Las comisiones que se suelen cobrar en esos vehículos de inversión son enormes. EIM, el fondo creado por Busson en 1992 y que preside desde entonces, cobra a sus clientes un 1% del capital invertido y un 5% de las plusvalías, si las hay. Puede sonar a una barbaridad, pero lo normal en esa industria son comisiones del 2% y del 20%, respectivamente.
Claro que un hedge fund no está abierto a cualquiera. Normalmente, la inversión mínima suele ser de 100.000 euros. Algunos llevan esa cifra a 20 millones. Todo indica, sin embargo, que Busson no debe tener problemas para encontrar clientes. La última fiesta de su ONG ARK, especializada en ayuda a la infancia, no sólo recaudó 20,5 millones de euros para obras benéficas. También fue la primera aparición pública del príncipe Guillermo y su esposa, Kate, después de su boda.
Se trata de una industria de, por y para millonarios. Y ahí entra de lleno el seductor Busson, que en 2006 quedó como la sexta persona más deseada en las fiestas del Reino Unido, según la revista Tatler. Su especialidad es «emparejar a hedge funds del Nuevo Mundo con el dinero del Viejo Mundo», en palabras de la agencia de información financiera y propiedad del alcalde de Nueva York Bloomberg.
Busson afirma que su dinero «es el medio que tengo para ayudar». Y, efectivamente, él ayuda. Sobre todo a través de su fundación filantrópica ARK. Esas tres letras significan arca en inglés, pero también son las siglas de Retorno Absoluto para los Niños. El término 'retorno' es común en el mundo de los hedge funds para referirse a la rentabilidad de las inversiones. Una rentabilidad que Busson sabe lograr. EIM tiene bajo su gestión activos cercanos a los 10.000 millones de euros.
Comentarios
Publicar un comentario