Una negativa similar se produjo cuando falleció Russell Harthy, estrella de la televisión. Su entorno negó la muerte por SIDA pero un periódico sensacionalista escribó que había muerto «por su culpa, porque de no haber sido homosexual no habría contraido el virus».
Han sido años de miseria social, con rechazo a todo lo que la enfermedad representaba como resultado de un heterodoxo comportamiento sentimental. La jaula de las locas, una obra que presentaba el rostro amable de los homosexuales, tuvo que ser retirada del London Palladium en 1986 porque no iba nadie. Luego, vinieron años de máscomprensión. En un teatro de Londres, Martin Sheen triunfó con El corazón normal, una obra en la que el SIDA se mostraba con dureza.
Han sido años de miseria social, con rechazo a todo lo que la enfermedad representaba como resultado de un heterodoxo comportamiento sentimental. La jaula de las locas, una obra que presentaba el rostro amable de los homosexuales, tuvo que ser retirada del London Palladium en 1986 porque no iba nadie. Luego, vinieron años de máscomprensión. En un teatro de Londres, Martin Sheen triunfó con El corazón normal, una obra en la que el SIDA se mostraba con dureza.
Por entonces Ian MacKellan ya se había tirado a la calle. Especializado en obras de Shakespeare y últimamente protagonista de Escandalo, hizo pública, hace dos años,. se personalidad homosexual. En pleno terror social hacia el SIDA, él salió a la calle a recaudar fondos de ayuda para las victimas sin recursos y lo hizo, con diginidad, diciendo: «yo también soy gay». La organización que se puso en marcha, El Faro, recabó fondos con ayuda de gente como Elton John o Liz Taylor, llevó a cabo una gran subasta de arte en Christie's y recibió la ayuda de la princesa de Gales, que recorrió el centro seguida por las cámaras de la televisión. El Faro recoge en su centro ubicado en Nottingham Hill a enfermos terminales a los que ayuda a morir en paz, suponiendo que eso sea posible.
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