Dicen los expertos del séptimo arte que una película buena no necesita como requisito imprescindible un tiempo de duración determinado. Los cortometrajes, a veces, superan a las historias largas.
Algo parecido ha pasado esta temporada con los vestidos. En algunos casos, los metros de tela se han reducido de tal manera que agacharse a recoger algo del suelo se ha convertido en una tarea del todo imposible.
Entonces, ¿por qué se llevan? Una imagen vale más que mil palabras. Este elenco de caras famosas demuestra que lo reducido no tiene por qué ser descarado, ordinario ni evidente. Un guión escueto y sexy recorre unos centímetros de tela que acaban allí donde, de verdad, empieza la pierna.
Miu Miu da vuelo al invento y lo soluciona con shorts de seda que recuerdan a la lencería de los años 50. Dolce & Gabbana ejercita los patrones con forma de campana en sedas regias para la colección Crucero 2008 de la mano de Kate Hudson. Sonia Rykiel continúa con esta tendencia para la próxima campaña de otoño-invierno con la ayuda de Chloe Sevigny y Balenciaga combina con maestría la flexibilidad de las flores con la rigidez de la falda en una sugerente Diane Kruger.
Las versiones griegas con una escalada corta llegan de la mano de Michelle Monaghan gracias a la versión realizada por la citada pareja de diseñadores italianos. La tendencia se confirma de norte a sur en el planeta de la moda.
No hablamos de formas ni de colores, sólo de lucir pierna en estado puro y duro y de alargarla, eso sí, con unos buenos tacones. Rihanna lo hace con botines negros, que serán toda una inversión de cara a la siguiente estación, cada vez menos lejana.
El resto opta por el complemento triunfador del verano en lo que a calzado se refiere. Lanvin y Balmain confirman que, si se quiere salir victoriosa, la regla fundamental es usar sandalias de tiras, porque lo mejor es cubrir el empeine para descubrir los muslos. Una nueva ley de compensación en la silueta que dará muchas satisfacciones ahora y en un futuro próximo.
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