Cosas que pasan cuando te cambias de móvil

Sistemas operativos (y ecosistemas) abiertos, cerrados, semiabiertos, propietarios... Me inclino a pensar que al usuario de a pie no le importan un rábano. En realidad, lo que le gustaría de verdad (hombre, y a mí, no se vayan a creer) al propietario de un teléfono inteligente es que las aplicaciones que se ha ido descargando y seleccionando durante el último año le sirvan cuando se cambie de móvil. Es todo un trabajo. 

Uno acaba bajándose media docena de aplicaciones de fotografía, otras tantas de viajes, calculadoras, pasatiempos, guías de la tele, pronósticos del tiempo, traductores, calculador de divisas, nivel, auyentamosquitos... Y, al final, sólo usa una de cada. Así que acaba tomándoles mucho cariño; por eso, cuando vas a cambiar de móvil, quieres que te sirvan. Y ahí está el problema.

Los distintos sistemas operativos, al igual que las operadoras de telefonía, tienen la cualidad de la interoperabilidad. Es decir, si llamas de Movistar a un teléfono de Vodafone o desde un Galaxy S4 a un iPhone, por muy mal que se lleven, funcionan; las llamadas llegan. 

Pero las apps no. Una app desarrollada para el sistema operativo de Apple (iOS) funcionará sólo en equipos que tengan ese sistema operativo. Y, por supuesto, una app creada para Android, el sistema de Google, correrá sólo en dispositivos con Android. 

Y lo mismo sucede con Windows Phone o con BlackBerry. Así que es difícil -o al menos hay obstáculos- saltar de un mundo a otro. En definitiva, se ha replicado la experiencia del mundo del PC: si uno tiene una licencia de, pongamos por caso, Photoshop para Windows no puede instalarla en un Mac.

Esto viene al caso porque Telefónica lidera la creación de una nueva plataforma basada en el navegador Firefox y una de las ventajas que tendrá (de momento, sólo la operadora española ha lanzado un modelo comercial de móvil con este sistema operativo) es precisamente que, al estar basadas en HTML5 (un lenguaje que entienden los navegadores web) podrán ser compatibles con cualquier dispositivo que tenga un navegador. 

Aunque la ventaja fundamental será el precio de los terminales, ya que Firefox OS (así se llama el nuevo sistema operativo) ofrece posibilidades de teléfono inteligente con móviles menos potentes. Lo que hasta el momento hemos probado está un poco verde. Pero estaremos atentos.

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