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Todo pudo empezar en el club favorito de Hoover en Nueva York, el Stork Club, al que acudía con su amante Clyde Tolson. Allí fueron vistos ambos con las manos cogidas en la fiesta de Año Nuevo de 1936. El Stork Club estaba entonces regido por un ex contrabandista, Shelman Billingsley, aunque el dueño real era Frank Costello. Billingsley tenía todas las mesas y los baños del club intervenidos con micrófonos e instaló dos espejos falsos en al lavabo de caballeros. En 1939 apareció un personaje con ambiciones políticas, Thomas E. Dewey, fiscal de Nueva York.
Dewey quería convertirse en gobernador del estado y fue candidato republicano a la Presidencia en 1948. En 1939, Dewey intentó destruir la Mafia en Nueva York en una campaña denominada popularmente como «Big Heat». Louis «Lepke» Buchalter, legendario jefe de Asesinos Inc., era el principal objetivo. Para contrarrestar la presión, Lucky Luciano ordenó a Frank Costello y a Meyer Lapsky que hicieran algo. El 24 de agosto, «Lepke» se entregó al propio Hoover en una calle de Nueva York.
La prensa fue informada de que el jefe del FBI había logrado detener al criminal con sus propias manos. Costello y Lapsky aseguraron a «Lepke» que si se entregaba su vida estaría asegurada. No fue así y «Lepke» acabó en la silla eléctrica. Pero la Mafia no sufrió ningún percance. La vida sexual de Hoover era asunto suyo. Y la imagen del jefe del contraespionaje tratando con la Mafia durante el tiempo de guerra era desagradable pero comprensible. Incluso el hecho de que un jefe del FBI tuviera contactos con el crimen organizado para detener a figuras menores tenía sus precedentes. El problema comienza cuando Hoover decide convertir al FBI en la primera institución de la Guerra Fría. Hoover tomó como principal objetivo al Partido Comunista, no a la Mafia, e hizo que el FBI se emplease a fondo en su contra.
De nuevo eso era comprensible en el contexto de la Guerra Fría, pero durante su acoso a los rojos, Hoover pisoteó la Constitución al atacar también a cualquier figura o institución política qué. apenas hubiese tenido un roce con la izquierda más moderada.
Todo pudo empezar en el club favorito de Hoover en Nueva York, el Stork Club, al que acudía con su amante Clyde Tolson. Allí fueron vistos ambos con las manos cogidas en la fiesta de Año Nuevo de 1936. El Stork Club estaba entonces regido por un ex contrabandista, Shelman Billingsley, aunque el dueño real era Frank Costello. Billingsley tenía todas las mesas y los baños del club intervenidos con micrófonos e instaló dos espejos falsos en al lavabo de caballeros. En 1939 apareció un personaje con ambiciones políticas, Thomas E. Dewey, fiscal de Nueva York.
Dewey quería convertirse en gobernador del estado y fue candidato republicano a la Presidencia en 1948. En 1939, Dewey intentó destruir la Mafia en Nueva York en una campaña denominada popularmente como «Big Heat». Louis «Lepke» Buchalter, legendario jefe de Asesinos Inc., era el principal objetivo. Para contrarrestar la presión, Lucky Luciano ordenó a Frank Costello y a Meyer Lapsky que hicieran algo. El 24 de agosto, «Lepke» se entregó al propio Hoover en una calle de Nueva York.
La prensa fue informada de que el jefe del FBI había logrado detener al criminal con sus propias manos. Costello y Lapsky aseguraron a «Lepke» que si se entregaba su vida estaría asegurada. No fue así y «Lepke» acabó en la silla eléctrica. Pero la Mafia no sufrió ningún percance. La vida sexual de Hoover era asunto suyo. Y la imagen del jefe del contraespionaje tratando con la Mafia durante el tiempo de guerra era desagradable pero comprensible. Incluso el hecho de que un jefe del FBI tuviera contactos con el crimen organizado para detener a figuras menores tenía sus precedentes. El problema comienza cuando Hoover decide convertir al FBI en la primera institución de la Guerra Fría. Hoover tomó como principal objetivo al Partido Comunista, no a la Mafia, e hizo que el FBI se emplease a fondo en su contra.
De nuevo eso era comprensible en el contexto de la Guerra Fría, pero durante su acoso a los rojos, Hoover pisoteó la Constitución al atacar también a cualquier figura o institución política qué. apenas hubiese tenido un roce con la izquierda más moderada.
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