Un experimento virtual

Uno, dos, tres, cuatro... y así hasta 30.000 dados de casino. Uno a uno y fabricados expresamente para el artista, Daniel Vega Borrego ha jugado con ellos y de la partida surge el premio, por ejemplo, de un Emilio Botín pixelado, parido en base a las posibles combinaciones de las seis caras del juguete elegido para la ocasión. 

«Puedes contarlos si quieres, pero te aseguro que hay 30.000», bromea el artista sobre la obra, una de las que componen la serie Oh... lucky you, actualmente expuesta junto a otras de sus colecciones en la céntrica Twin Gallery. 

«Éste es un formato enorme, sin apenas definición, en base a dados de distintos tonos de blanco, negro y gris: el dibujo lo ves o no lo ves. Es una vuelta al objeto artístico único. No hay copias», sentencia Vega Borrego, quien asegura que tan curioso soporte se le ocurrió «como producto de su proceso de investigación». 
«Ahora ya sé que este cuadro [en referencia al de Botín] es el mayor formato de una sola pieza que se puede crear con esta técnica. Me propongo también experimentar con dados de colores, pero ésa es otra historia», reflexiona en voz alta. 

En la sala se encuentran también obras del artista con un sesgo totalmente diferente. Entre ellas destacan las fotografías de gran formato. «Son obras para recrearse en ellas. Surgen de la combinación de varias instantáneas», apunta. 

Muchos de estos trabajos nacen de la contemplación de la realidad cotidiana desde un punto de vista diferente. «Me gusta fotografiar el día a día. Saco fotos desde la ventana de mi casa, también de gente que retrata a otras personas... Es la realidad vista de una manera distinta», resume el fotógrafo. «Registro lo que veo y luego combino en el ordenador varias instantáneas», explica. 

¿Acabará el retoque informático con la fotografía? «No. Hemos vivido una época en la que primaba de forma muy determinante el llamado instante decisivo, sin manipulación. Fue una corriente muy fuerte en su momento. Ahora hay otras posibilidades y es lícito usarlas», sentencia el artista. 

Formando parte del recorrido por su actual exposición, Post Pestum, Festum, se encuentra también una original colección de imágenes lenticulares, que muestran diferentes realidades según el ángulo de visión del espectador. 

En común tienen su encuadre sobre un espejo y su referencia a las portadas de algunas de las revistas eróticas más famosas del mundo. «Juego con el pudor que puede dar ver reflejada la propia imagen en ese contexto de erotismo», declara el fotógrafo. 

«En algunas de ellas se adivinan grafismos árabes y cuerpos femeninos pixelados, como una propuesta de protesta y un alegato contra el desembarco de nuestra cultura en otros ambientes», sentencia Vega Borrego. 

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